El viento no sopla, las estrellas se refugian entre las tinieblas, intimidadas por la belleza de la ciudad.
Porque de noche es cuando la belleza de la gran urbe cobra su máximo esplendor, cuando las casas son habitadas por familias que descansan en paz, cuando las avenidas no están congestionadas, cuando entre las calles se respira soledad y silencio.
De noche siempre hay un lugar a donde ir si tienes el dinero suficiente para ello, si no lo tienes entonces cualquier lugar es tan bueno como el anterior.
Durante el día el sol brilla para todos, durante la noche las luces del alumbrado publico no distinguen entre las personas y brindan su luz a quienquiera que desee dirigir sus pasos debajo de ellas.
Allá, en la esquina, un semáforo se retira a dormir, dejando solo una parpadeante luz amarilla que reza: "Aunque las calles estén desiertas, ten cuidado".
Entre los arbustos del camellón una joven pareja se oculta, enfrascados en su embelesamiento y buscando un rincón mas privado.
Una ambulancia enciende su sirena y parte a toda velocidad, perdiéndose entre las calles que se iluminan con sus destellos azules y escarlatas, un grupo de trabajadores, agotados, abandonan la estación del metro que esta por cerrar y suben al autobús, dormitando mientras el vehículo avanza sigiloso en la oscuridad, llevando a cada uno de sus agotados pasajeros de vuelta a casa.
Un taxista bosteza, una mujer en minifalda se acerca a un vehículo que se ha detenido ante ella, un par de policías duermen al interior de una patrulla, un perro despierta y ladra a un desconocido que osa avanzar por enfrente suyo, una mujer envuelta en lágrimas recorre las calles llevando un bebe en sus brazos y un restaurante brilla dejando ver mesas vacías y personas solitarias que solo piden un café, un antro guarda montones de adolescentes ebrios....
Me detengo por un momento sobre el puente antes de dirigir mis pasos hacia las calles que me conducirán a mi hogar. Contemplo fascinado la paz, la belleza, la perfección que adquiere la capital ahora que el sol no asedia sus calles.
Por un momento deseo que el sol nunca regrese, que quienes ahora duermen sueñen para siempre, que las luces nunca se apaguen, que esta belleza sea eterna y que yo pueda quedarme aquí, petrificado cual gárgola que adorna lo alto de un muro, contemplando por siempre la belleza de esta gran ciudad.
Imagen Propiedad de: Joaquin Rangel Quintero
Excelentee, éste me encanto!
ResponderEliminarSé que no hay nada mejor que
observar la belleza de esa gran
ciudad de mi nacer(: