Que fácil es decir "TE AMO"

Que fácil es decir "TE AMO" cuando tus labios no se separan de los míos.
Que fácil es entregarme a tus caricias y dejarme llevar hasta donde repiro tu aliento y bebo de tu piel.

Sin embargo mi mente detiene a este pobre corazón que se regocija ante tu presencia, le sostiene una débil cadena que en cada eslabón lleva marcado un pecado competido en nombre de un sueño que nunca pudo ser.



Qué fácil sería dejarle ir, dejar que se abalance sobre ti y dejar que te entregue todo el amor que es capaz de dar sin mirar un solo instante las consecuencias de sus actos.

Que fácil sería dejarlo partir en tu búsqueda arrastrando esas cadenas que le atan al pasado.

Pero no debo dejarle ir aun, pues mientras esas cadenas que yo no le impuse pero que solo yo puedo retirar caerían sobre tí tan pronto el corazón diese un giro inesperado, lastimándote, llevando hasta tí el sufrimiento de cada uno de ellos.

Espera por favor amada mía, espera a que pueda cortar cada uno de esos eslabones que solo oprimen mi pecho y se encarnan desesperados evitando que los arranque todos a la vez.

Poco a poco, uno a uno voy arrancando esos eslabones. Allí va uno cuyo peso era el miedo a la soledad, allí va otro que no paraba de gritar: "ella volverá", ahora corto uno que brilla con el fulgor de "aun la amo" y consigo arrastra a dos que decían "queremos que vuelva".

Todos ellos yacen sin vida y han quedado atrás, pero aun quedan varios que están aun adentro, que pugnan por quedarse pero que irremediablemente se marcharán en pro de entregarte un corazón limpio, puro, libre de toda pena y todo dolor, un corazón digno de tí, que puedas llamar tuyo.

No te pido nada, ni siquiera que me ames, solo quiero amarte, solo quiero conocerte, solo quiero estar cerca de tí y beber de la miel de tus ojos que no dejan de mirarme buscando con afán el interior de mi alma.

¿Gue buscas? no lo sé, pero lo que desees de mí lo tendrás, incluyendo este corazón que una vez prometí no volver a entregar a nadie jamás y que ahora lucha por estar junto a ti.

No quedan muchos eslabones, las ataduras se van disolviendo con cada beso tuyo que se adhiere a mi alma, no falta mucho antes de que te mire fijamente a los ojos, acaricie tus mejillas y mis labios se muevan apra pronunciar un simple "te amo" que se eleve por los cielos, que grite al infinito y entregue con esa promesa cada pequeño pedazo de mi ser.